Los Megasoma parecen tener un ciclo larvario infinito, pero de repente llega el milagro de la metamorfosis y esta vez... en masa!
Grupo de imagos de Megasoma elephas elephas. |
Grupo de pupas de Megasoma elephas elephas. |
Normalmente reviso las larvas cada 2 meses, son tan lentas que no me pierdo nada, tal vez sea un error y siendo más constantes en la tarea de suministrar aditivos al sustrato conseguiría larvas más pesadas y por tanto adultos de mayor tamaño. Pero estos "bebés" transmiten tal tranquilidad que no me incitan a estar atento, siempre sabes que están bien, comiendo lentamente pero sin pausa.
Es un error pensar que las larvas de Megasoma devoran decenas y decenas de litros de materia vegetal a lo largo de su vida debido a su gran tamaño, he leído barbaridades acerca de la cantidad de alimento que supuestamente demanda cada larva; si esto fuera así, sería insostenible para cualquier criador.
Yo mantengo grupos de 2, 3 ó 4 larvas L3 en recipientes de 16 litros repletos de sustrato, los cambios los hago graduales y muy tardíamente, sobre todo con la intención de renovar el sustrato degradado por el paso del tiempo y no tanto por el consumo del mismo. Las larvas tienen un metabolismo lento cuando llegan a L3, más aún cuando alcanzan un peso considerable (+90g en machos) al cual llegan rápidamente (en unos 10 meses) y cuando llegan a su peso máximo se pasan muchos meses sin crecer pero manteniéndolo comiendo de forma constante.
Si, son lentas... pueden pasarse tranquilamente 24 meses o más en estado larvario.
El color amarillento en la piel de las larvas, la textura recia y áspera de la misma suele ser un indicador de estar cerca de la pupación, pero este factor para esta especie no funciona, se pasan casi la mitad de su vida larvaria con este aspecto.
De hecho, este color amarillo tan acentuado nos hace saber que estamos ante un ejemplar de Megasoma elephas y no otra especie.
Larvas L3 de Megasoma elephas elephas. |
De hecho, este color amarillo tan acentuado nos hace saber que estamos ante un ejemplar de Megasoma elephas y no otra especie.
Observemos estas características en la imagen de la izquierda, se tratan de unas larvas en L3 casi un año antes de su pupación y meses antes de alcanzar su peso máximo.
Realmente entre los grandes Megasoma, M. elephas es uno de los más rápidos pudiendo pupar en 18 meses.
Realmente entre los grandes Megasoma, M. elephas es uno de los más rápidos pudiendo pupar en 18 meses.
De estos ejemplares que muestro a continuación he perdido los primeros datos, pero creo tener la suerte de que tardaron unos 20 meses como mucho y la verdad que al estar trabajando con las demás especies ni me he percatado del paso del tiempo cuando de repente me las encontré ya en sus cámaras pupales.
Antes de seguir con mi experiencia comentar que el Megasoma elephas se distribuye por toda américa central, yendo desde el sur de Mexico hasta Venezuela y se compone de tres subespecies:
- Megasoma elephas elephas (Fabricius, 1775).
- Megasoma elephas iijimai (Nagai, 2003).
- Megasoma elephas occidontalis (Bolivar et al., 1963).
Este último fácil de diferenciar por poseer ambos cuernos torácicos divergentes y horizontales.
Las cámaras pupales son fáciles de observar, ya que normalmente las construyen pegadas a la parte inferior del recipiente, por ello un envase transparente es fundamental. Una vez pasada la fase de prepupa y visualizadas ya las pupas a través de la parte inferior del recipiente podemos acceder a ellas mediante distintos métodos si nuestra intención es la de exponer las pupas para hacerles un seguimiento.
El más simple es excavar poco a poco hasta dar con las cámaras pupales y una vez es extraída la pupa se pasaría a un cocoon artificial de espuma floral. Por supuesto siempre esta la opción de no molestarlas, dejarlas donde están y esperar a que emerjan los imagos.
Sin embargo mi intención era la de observar y disfrutar del proceso sin la necesidad de utilizar un cocoon artificial, pues la utilización de su propio cocoon o celda pupal modificada será más que suficiente para concluir con éxito esta delicada etapa.
Yo lo hice de la siguiente manera; en primer lugar me aseguré de que el sustrato estaba hecho un "bloque", entonces volqué el recipiente lentamente sujetando con la mano la superficie del mismo para evitar una caída brusca o el desmoronamiento del contenido.
Tener en cuenta que este método puede ser arriesgado si no lo realizamos con sumo cuidado, pues al voltear el recipiente, se podría deshacer el interior, precipitándose las pupas contra el suelo, rompiéndose y muriendo con casi total seguridad.
Una vez volcado tendremos a las pupas en la parte superior del bloque. En la fotografía de la izquierda se puede observar que es compacto, incluso se han quedado grabadas las estrías del recipiente.
A continuación pasamos a ampliar cuidadosamente la "ventana" de la celda que originalmente estaba pegada contra el fondo del recipiente y una vez tenga suficiente amplitud como para ver el interior completamente, extraemos la pupa y examinaremos
si está sana o tiene algún tipo de malformación. Es entonces cuando aprovechamos para limpiar el interior de la cámara quitando la exuvia y restos de sustrato que hayan caído dentro durante el proceso.
En el recipiente vacío devolvemos nuevamente las celdas pupales ya modificadas y limpias. A continuación, con el sustrato original (humedecido de nuevo si fuese oportuno), rellenamos el espacio vacío. Por último recolocamos las pupas en sus respectivas celdas, que en el caso de tener inclinación, situaremos la cabeza de las mismas en la zona más alta.
Observemos el proceso finalizado en las fotografías que hay a continuación.
- Megasoma elephas elephas (Fabricius, 1775).
- Megasoma elephas iijimai (Nagai, 2003).
- Megasoma elephas occidontalis (Bolivar et al., 1963).
Este último fácil de diferenciar por poseer ambos cuernos torácicos divergentes y horizontales.
Las cámaras pupales son fáciles de observar, ya que normalmente las construyen pegadas a la parte inferior del recipiente, por ello un envase transparente es fundamental. Una vez pasada la fase de prepupa y visualizadas ya las pupas a través de la parte inferior del recipiente podemos acceder a ellas mediante distintos métodos si nuestra intención es la de exponer las pupas para hacerles un seguimiento.
El más simple es excavar poco a poco hasta dar con las cámaras pupales y una vez es extraída la pupa se pasaría a un cocoon artificial de espuma floral. Por supuesto siempre esta la opción de no molestarlas, dejarlas donde están y esperar a que emerjan los imagos.
Sin embargo mi intención era la de observar y disfrutar del proceso sin la necesidad de utilizar un cocoon artificial, pues la utilización de su propio cocoon o celda pupal modificada será más que suficiente para concluir con éxito esta delicada etapa.
Yo lo hice de la siguiente manera; en primer lugar me aseguré de que el sustrato estaba hecho un "bloque", entonces volqué el recipiente lentamente sujetando con la mano la superficie del mismo para evitar una caída brusca o el desmoronamiento del contenido.
Tener en cuenta que este método puede ser arriesgado si no lo realizamos con sumo cuidado, pues al voltear el recipiente, se podría deshacer el interior, precipitándose las pupas contra el suelo, rompiéndose y muriendo con casi total seguridad.
Cámaras pupales de M. elephas elephas situadas en el fondo del recipiente. |
Una vez volcado tendremos a las pupas en la parte superior del bloque. En la fotografía de la izquierda se puede observar que es compacto, incluso se han quedado grabadas las estrías del recipiente.
A continuación pasamos a ampliar cuidadosamente la "ventana" de la celda que originalmente estaba pegada contra el fondo del recipiente y una vez tenga suficiente amplitud como para ver el interior completamente, extraemos la pupa y examinaremos
Celda pupal de M. elephas elephas modificada, vacía y limpia |
En el recipiente vacío devolvemos nuevamente las celdas pupales ya modificadas y limpias. A continuación, con el sustrato original (humedecido de nuevo si fuese oportuno), rellenamos el espacio vacío. Por último recolocamos las pupas en sus respectivas celdas, que en el caso de tener inclinación, situaremos la cabeza de las mismas en la zona más alta.
Observemos el proceso finalizado en las fotografías que hay a continuación.
Trio de pupas de Megasoma elephas elephas. |
Con objeto de mantener la humedad estable dentro de las cámaras pupales puse una tapadera de plástico superpuesta sobre cada uno de ellas (observar imagen de la izquierda).
No hay que mencionar que la tapadera principal del recipiente debe permanecer cerrada con su ventilación correspondiente, al igual que cuando estaban en fase larvaria.
Tengamos en cuenta durante este paso que la falta de humedad es tan mala como su exceso, ambos extremos pueden echar a perder las pupas.
Quiero apuntar lo extraño de esta situación, donde todas estas larvas han pupado simultaneamente, estando en cajas separadas en pequeños grupos e incluso habiendo dos cepas distintas (aunque de edad similar).
Es sabido que este tipo larvas con un ciclo tan largo, pueden coordinar la pupación mediante una "comunicación" hormonal, para asegurar la reproducción de los adultos. Pero esta comunicación ha ido más allá trasladándose de un recipiente a otro; dá que pensar este fenómeno, sabiendo que el rango temporal de pupación es enorme en esta especie, ¿coincidencia?.
Si es verdad que dos meses antes hice un cambio de sustrato bastante radical, siendo este un "Black soil" bien fermentado y moldeable, pudiendo animar a las larvas en la tarea de la construcción del cocoon... Dejo abierta esta incógnita a los lectores.
Tengamos en cuenta durante este paso que la falta de humedad es tan mala como su exceso, ambos extremos pueden echar a perder las pupas.
Quiero apuntar lo extraño de esta situación, donde todas estas larvas han pupado simultaneamente, estando en cajas separadas en pequeños grupos e incluso habiendo dos cepas distintas (aunque de edad similar).
Es sabido que este tipo larvas con un ciclo tan largo, pueden coordinar la pupación mediante una "comunicación" hormonal, para asegurar la reproducción de los adultos. Pero esta comunicación ha ido más allá trasladándose de un recipiente a otro; dá que pensar este fenómeno, sabiendo que el rango temporal de pupación es enorme en esta especie, ¿coincidencia?.
Si es verdad que dos meses antes hice un cambio de sustrato bastante radical, siendo este un "Black soil" bien fermentado y moldeable, pudiendo animar a las larvas en la tarea de la construcción del cocoon... Dejo abierta esta incógnita a los lectores.
Grupo de pupas M. e. elephas en sus celdas pupales preparadas en sus recipientes originales. |
Por lo único que no la recomendaría a un principiante es por su largo ciclo larvario, requiere paciencia y aunque las larvas no necesitan cuidados constantes como cualquier otro animal, la persona que se inicia acaba aburriéndose y descuidando el recipiente. Precisamente la falta de cuidados periódicos hace que la atención tardía pero indispensable acabe en el olvido.
Por lo demás es una especie tolerante a un amplio rango de temperatura, con unas larvas que generan fácilmente una flora bacteriana simbiótica adecuada en su entorno sea cual sea su estado larvario, siendo muy flexible con el tipo de materia orgánica vegetal, habiendo criadores que usan para su cría grandes cantidades de humus de hoja además de madera (tanto flake soil como madera blanca podrida del bosque) e incluso tocones de madera en proceso de descomposición, los cuales son introducidos en el interior del sustrato para que las larvas los mordisqueen.
Yo como siempre soy partidario del flake soil, creo que con él se consiguen los mejores resultados, ahorrándome la engorrosa tarea de recoger materiales del bosque además de minimizar plagas y enfermedades.
Toca mencionar la peor parte para algunos, la vida adulta del Megasoma elephas una vez el ejemplar esta activo es de apenas 4 meses. Para un amante declarado de los escarabajos como yo, considero que tener en mis manos un Megasoma vivo es un privilegio, es una experiencia que pocos aficionados a la entomología pueden disfrutar. Quizás los hemos visto al natural tristemente disecados, recolectados durante expediciones, pero pocas veces se tiene la oportunidad de verlos realizando sus actividades biológicas a escasos centímetros de nuestros ojos, con la suerte además que es una especie que su cría en cautividad es posible además de fácil.
Por otro lado tengo entendido que en especies como el Megasoma gyas porioni (no hace muchos años introducida ampliamente en la afición), hay ejemplares adultos que llegaron a vivir casi un año. Espero corroborar este dato en poco tiempo.
Adultos de M. e. elephas poco tiempo después de emerger y plegar sus alas posteriores membranosas. |
M. e. elephas. Cuerno retraído en el estadío de pupa y posterior extensión del mismo tras emerger (4 días despueés). |
El cuerno cefálico del Megasoma elephas se presenta retraído durante el estadío de pupa (al contrario que la mayoría de especies, cuyas pupas ya presentan la forma final de sus protuberancias), es cuando emerge el momento donde se produce el bombeo de hemolinfa para extenderlo lentamente.
Misteriosamente, el cuerno del Megasoma elephas no alcanza su forma y longitud definitiva hasta varios dias después, cuando el exoesqueleto ya aparenta ser demasiado rígido como para modificar su forma.
Este extraño fenómeno se dá también por ejemplo en las mándibulas del Phalacrognathus muelleri (familia Lucanidae). Por eso no debemos confundir a la pupa con un futuro macho "minor" hasta ver el resultado final.
Malformación severa en hembra de Megasoma elephas elephas. |
Desgraciadamente y como era de esperar murió al segundo día tras la metamorfosis y la disequé para su estudio. Obsérvese la grave malformación del pronoto.
Bueno, y aquí tenéis los resultados, aunque no llegan a ser unos monstruos tienen un tamaño considerable, los machos son "major" con un largo cuerno cefálico, como es el caso del ejemplar de la imagen de abajo; así que estoy muy contento con los resultados, pero como siempre seguiré afinando... Espero que os haya gustado.
Medición de macho "major" de Megasoma elephas elephas. |
Medición de hembra de Megasoma elephas elephas. |