En una de las primeras entradas tenía que hablaros de los sustratos, pues llegan a ser más que una superficie por donde se desplazan nuestros escarabajos, es un medio en el que viven, como el agua para los peces. Así ya os podéis imaginar la importancia de que sea el correcto.
En primer lugar debemos saber que más importante que el tipo de materia prima y su procedencia lo es el estado de descomposición de la misma, grosor, textura, humedad... Es decir, da igual que nuestra madera u hojas sean del mejor roble o haya, pues si su tratamiento no ha sido el correcto, las larvas y adultos no les podrán dar una correcta utilización, como por ejemplo, las larvas no podrán digerir el sustrato e incorporar sus nutrientes o los adultos no verán un medio adecuado para ovipositar y criar. El blog irá orientado en gran medida a esclarecer estos asuntos de mayor importancia.
A continuación aquí van los sustratos básicos con sus correspondientes fotografías para que no haya confusión. Recomiendo que los reviséis también en "
conceptos básicos", encontrareis información adicional.
- Humus de hoja caduca: el humus que mejor se adapta a la mayoría de las especies criadas en cautividad es el proveniente de roble y haya, pero podemos utilizar también el de otras especies caducas, a no ser que en alguna entrada del blog indique lo contrario para especies concretas. Aquí tenemos el ejemplo de humus de hoja de roble en la fotografía.
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Humus de hoja caduca |
A la izquierda lo tenéis tal cual es recogido del bosque, es importante que la hojas estén podridas. Como se aprecia ya tienen un color oscuro, no están enteras y se deshacen fácilmente. Se encuentra en las capas más profundas de las acumulaciones de hojas, ese será el verdadero humus.
A la derecha ya está triturado, mezclado y humedecido, listo para usar.
- Madera podrida blanca: la madera podrida que mejor se adapta a la mayoría de las especies es al igual que la anterior, la de roble y haya. En cualquier caso debe proceder también de árboles caducos. El que veremos en el ejemplo de la imagen es de chopo negro.
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Madera podrida blanca |
A la izquierda lo tenéis recién cogido del bosque, de un árbol caído en descomposición.
A la derecha esta triturado y listo para usar.
- Flake soil o "escama de suelo": Siempre se utiliza de madera de roble o haya fermentada o de la mezcla de ambos. En esta entrada pretendía centrarme en este tipo de sustrato concretamente, pues no hay divulgación en castellano acerca de él. Esto nos hace imaginar la poca práctica de la afición en España, ya que aunque el flake soil no es esencial para poder criar la mayoría de las especies que se mantienen en cautividad, es el más utilizado en la cría avanzada por sus buenos resultados.
Vamos a ver como se fabrica. En primer lugar necesitamos un buen serrín de madera o haya libre de contaminantes y cortezas. En nuestro mercado es difícil encontrarlo, quizás lo podemos obtener de alguna empresa maderera, pero la forma más habitual de conseguirlo es prensado en forma de briquetas o pellets y cuyo fin real es su uso como combustible.
El objetivo es convertir ese serrín "crudo" en un sustrato digerible por las larvas y para ello se utiliza la fermentación aerobia, la cual romperá la lignina de las células vegetales.
El proceso de fermentación lo vamos a realizar en un tupper o cajón de plástico con una capacidad razonable. Una vez lleno de serrín crudo mezclaremos 250g de harina de trigo y 500g de azúcar por cada 50L de serrín crudo aproximadamente. Una vez mezclado todo concienzudamente iremos agregando agua hasta que lleguemos a la humedad de un sustrato promedio para la cría de escarabajos: cogemos un puñado de sustrato y apretamos con fuerza, no debe chorrear ni gotear agua, si lo hace, es que nos hemos pasado y debemos añadir más sustrato seco.
La harina inicia el proceso de fermentación y el azúcar lo que hace es acelerarlo, pues cuando las bacterias comienzan a utilizarla aumenta la temperatura del entorno y el proceso se dispara.
Para que este proceso no se detenga debemos de remover la mezcla periódicamente, podemos ir realizando adiciones de azúcar cada 2 o 3 semanas y veremos como la temperatura de la mezcla vuelve a aumentar.
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Flake soil "escama de suelo" |
Aquí se aprecia como el flake soil pasa por los distintos estados de fermentación. A la izquierda tenemos el serrín crudo, este pasará por marrón claro hasta marrón oscuro casi negro. Cuanto más oscuro, más fácil será para las larvas de algunas especies obtener los nutrientes de él (normalmente la oscuridad del FS está relacionado con la cantidad de bacterias beneficiosas y simbióticas que contiene) y por lo tanto, será más apto para las puestas de los adultos.
No obstante un flake soil muy degradado y carente de nutrientes también será negro, saber la fecha de elaboración es importante. Por lo tanto un proceso excesivamente lento no será efectivo, no será una fermentación real, sino una degradación.
El proceso completo de fermentación puede durar 3 meses, pero varía muchísimo dependiendo de la atención que le hayamos prestado, de la temperatura y la humedad ambiental. Por debajo de los 20ºC difícilmente habrá fermentación. Cuanto más fino sea el serrín, más rápida será la evolución.
Las proporciones de la mezcla y la frecuencia con la que se vuelve a añadir azúcar y harina varían considerablemente dependiendo de la fuente de información. Aún no es una ciencia exacta y tendremos que ir comprobando a "ojo" la evolución del sustrato.
Algunas fórmulas extraídas de la cultura japonesa incluyen aditivos como proteínas, aminoácidos como el ácido glutámico o la glutamina en pequeñas proporciones, levaduras y multitud de ingredientes "secretos" que supuestamente provocan un crecimiento masivo en los dynástidos de mayor talla. Aún hay poca información y poca experimentación, por lo que no puedo adelantar nada. Aquí os dejo el enlace de un experimento realizado por un gran y conocido criador alemán, Daniel Ambuehl, sobre
los efectos del ácido glutámico en el crecimiento de los insectos.
Por último indicaros algunas precauciones. Personalmente recomendaría realizar muy tardíamente y en poca cantidad las adiciones de harina, estas provocan fuertes plagas de ácaros si nos pasamos. Sin embargo, el azúcar utilizándolo precavidamente da muy buenos resultados. El flake soil o escama de suelo no estará listo para usarse hasta que no obtenga ese color marrón oscuro, si está a mitad del proceso de fermentación las larvas no podrán alimentarse de él y morirán. Al igual que con el humus de hojas debemos esperar a que tenga una textura blanda y suave y el olor sea parecido al del humus del bosque.
Además debemos tener en cuenta que si reactivamos en algún momento el proceso de fermentación añadiendo azúcar o harina, el sustrato desprenderá calor y si lo utilizamos en un corto plazo de tiempo para alimentar a nuestras larvas estas morirán a causa de los gases desprendidos por la fermentación y la alta temperatura. Nunca debemos fiarnos, incluso comprobando que ya está frío, cuando lo removemos al utilizarlo la fermentación latente se reactiva. En definitiva, tenemos que estar seguros siempre que ha pasado un buen tiempo tras la última fermentación y el proceso se detuvo completamente.
Para ver disponibilidad de sustratos:
contacto.