domingo, 4 de septiembre de 2016

Ácaros y crítica personal


Voy hablar de un tema que me parece de gran importancia y qué provoca muchas dudas y preguntas habitualmente, este es la "desinfección"o "esterilización" del sustrato o cualquier elemento del terrario. Hablo de esterilización entre comillas por que obviamente con los medios que tenemos en casa es imposible llevarla a cabo. Ni tan siquiera teniendo una autoclave saldría a cuenta esterilizar litros y litros de sustrato. La duda se produce normalmente porque todos hemos oído hablar acerca de la "esterilización" de los elementos del terrario en la cría de otros animales exóticos como anfibios, reptiles, etc. En estos ámbitos prefiero no dar mi opinión, pero en la cría de escarabajos en cuanto a la respuesta de la esterilización es rotundamente no.

Ácaro frente a la cornamenta de la Coelorrhina hornimanni

















Cualquier sustrato contiene multitud de microfauna, nos podríamos sorprender con la biodiversidad que hay en él mirando a través de una lupa binocular. Por lo tanto la explicación es sencilla, imaginaos que aplicando calor eliminamos a la mayor parte de la microfauna del sustrato (con la intención de eliminar molestas plagas como los ácaros). Lo que estamos haciendo automáticamente es romper el equilibrio. La microfauna está continuamente compitiendo por sobrevivir en el terrario y eliminando la competencia obtendremos precisamente el resultado no deseado: una explosión multitudinaria de ácaros. Incluso suponiendo que pudiésemos esterilizar completamente el sustrato sería inútil, os aseguro al 100% que tarde o temprano (más bien temprano) un ácaro llegará, pues ellos están en todo lados e incluso utilizan a otros insectos voladores como medio de transporte para finalmente, adueñarse del terrario campando a sus anchas creando una plaga.

No puedo evitar aprovechar este espacio para hacer un pequeño examen de conciencia con una crítica ecologista, haciendo una analogía con lo comentado anteriormente. El tema de "esterilizar" parece una manía que los humanos tenemos escrita en nuestros genes. Cada vez que surge una plaga recurrimos a eliminarla a "bombazos". Hablo de asuntos como las plagas de mosquitos, que cuando surgen todos los veranos en zonas de litoral con marismas, se recurre a la fumigación. El veneno no afecta exclusivamente al mosquito, también a toda la fauna cercana y no tan cercana, pues cuando se contamina el suelo y el agua ocurre el desastre. Precisamente eliminamos a los mosquitos y toda la fauna depredadora y competidora. La sorpresa será que al año que viene o al siguiente la plaga será doble y la marisma fumigada sera dañada irreparablemente. Todo vale para que el turista este contento.
El mismo ejemplo podemos poner para la famosa procesionaria del pino. Se hacen verdaderas burradas, pues, ¿ha sido necesario a lo largo de la historia de la tierra las fumigaciones para mantener vivo un pinar y a sus domingueros con barbacoas?. Todos los ecosistemas se autoregulan y cuanto más biodiversidad  y sano esté, más estable será.
La conclusión de todo esto es que las plagas las provocamos nosotros, un negocio redondo y estamos obviando lo peor, realmente no sabemos las consecuencias que estos pesticidas tienen sobre la salud humada directa e indirectamente.
Espero que olvidemos el mito de la importancia de desinfectar.

Chlorocala africana oertzeni, uno de los cetónidos con el que iniciarse.

Para los primeros post, pensé que la mejor opción era meter algunas de las especies más sencillas para animar a los que tienen la intención de iniciarse.
Empecemos con la Chlorocala africana, podemos encontrar varias subespecies, las más comunes en la aficción son la ssp. africana, la ssp. camerounica, ssp. smaragdina y la ssp. oertzeni. A mi personalmente por ese color violeta/ azul iridiscente tan atípico me encanta esta última y es la que vamos a ver a continuación.
La Chlorocala africana oertzeni pertenece a la familia de los cetónidos (Cetoniidae) y al igual que el resto de subespecies, es uno de los escarabajos más pequeños que se crían en cautividad (ronda los 20mm). Sin embargo no deja de ser llamativo, es una joya en miniatura, juzgar vosotros mismos.


Es un escarabajo bastante prolífico si las condiciones son propicias y tiene uno de los ciclos biológicos más rápidos. El periodo larvario es de sólo 4 meses, quizás dentro de otros parámetros pueda variar. En mi caso la temperatura ambiente se encuentra rondando los 24 ºC.
Como curiosidad, mientras escribía la entrada fuí a comprobar el tamaño de un adulto promedio y el de una larva en su último estadío. El tamaño del adulto fué de 21 mm, mientras el de la larva en L3 de 30mm y soprendentemente llego a pesar 1gr.
Larvas de Chlorocala africana oertzeni

Podemos ver varias larvas al final de la etapa del último estadío (L3) en su sustrato original de humus de hojas. La más pequeña situada arriba, aún se encuentra mas atrasada, en L2.






Cocoons de Chlorocala africana oertzeni

Los cocoons o capullos son bastante rígidos y muchas veces las larvas aprovechan la pared de otro ya construido para hacer el suyo pegado a él, aquí vemos dos casos así.
El la parte superior de la fotografía vemos uno roto y abierto accidentalmente, podemos apreciar asomada la cabeza y parte del cuerpo de la pupa en posición ventral.








Esta especie es una buena opción para los que quieren iniciarse por varios motivos: no es exigente con el sustrato, las larvas y los adultos pueden convivir en grandes grupos. Su ciclo biológico es cortísimo y no hará perder la paciencia a nadie, es más, llegaremos al punto de acabar teniendo siempre adultos y larvas a la par.
Criando de esta manera tan continua debemos pensar en la consanguinidad, la genética se degrada con el tiempo. Esto enriquece la afición porque podremos intercambiar cepas con otros criadores para evitarla.

Cuando digo anteriormente que no es exigente con el sustrato, me refiero a que no les importará la procedencia del mismo, cualquier sustrato de árbol caduco independientemente de la especie del árbol servirá. La proporción de hojas y madera será indiferente, aunque contenga gran cantidad de madera (más nutritivo que el humus de hoja) el resultado será el mismo, los adultos sadrán del mismo tamaño e igual de fuertes. Los nutrientes que contiene el humus de hoja es más que suficiente para el crecimiento larvario pues pensemos que son animales de pequeño tamaño y sus requerimientos son mínimos.
De hecho, como truco os diré que el humus de hoja es preferible, este es mas fácil de triturar, debe quedar muy muy fino, pensando unas vez mas en el tamaño del insecto: los adultos querrán ovipositar sus huevos en un sustrato suave y fino para que estén acolchados y seguros y no entre dos astillas de madera. De la misma manera las larvas recién nacidas en su primer estadío, comerán con facilidad estas partículas pequeñas y los padres instintivamente igualmente lo saben.
La madera podrida blanca no es una buena opción, la textura aún es un poco dura y tiene muchas fibras largas. Esta misma en un estado más avanzado de descomposición, cuando adquiere un color negro/marrón oscuro, se podrá usar perfectamente, entonces es mucho más fina y blanda.
Recordemos que el humus de hojas que usemos, además de fino debe estar bien degradado, de un color oscuro con el característico olor a humus de bosque.
En cuanto a la humedad debe ser media, cuando apliquemos agua al sustrato esperaremos a que lo absorba bien antes de utilizarlo. Lo cogeremos en la palma de la mano y lo apretaremos con fuerza, si chorrea o caen gotas, nos hemos pasado con el agua. Esto no debe ocurrir y ni siquiera aproximarse, pues como digo la humedad debe ser media y no debe pasarnos ni siquiera para especies que requieran una humedad  muy alta.
Para cuando se aproxime la etapa de construcción de las celdas pupales (cocoons) es bueno que la humedad haya decaído aún más, esto se producirá correctamente con una ventilación regulada mediante orificios en la tapadera o la parte superior de los laterales del terrario o cajón de cría. Igualmente durante la etapa de pupa tendremos una mortalidad menor con una humedad ligeramente inferior. Tampoco debemos preocuparnos u obsesionarnos con este concepto, pues es una especie resistente y fácil. Pero generalmente para todos los cetónidos funciona.

Cajón de cría 17 litros
Aquí tenemos un cajón de cría de plástico de 17 litros con la tapadera y laterales superiores perforados. El sustrato tiene una profundidad de unos 13cm y una parte libre de 10cm con algunas cortezas y trozos de maderas para proporcionar un agarre sólido a los adultos. En él hay suficiente espacio para mantener a un pequeño grupo de cría. Al cabo de 2-3 meses podemos revisar el sustrato y separar las larvas que veamos conveniente. El cajón de plástico no es muy estético, pero muy práctico. Podemos optar también por terrarios/peceras de cristal para poder observar mejor el comportamiento de los adultos y decorar el entorno. (ver "El terrario o cajón de cría" en Conceptos básicos)



Si comparamos esta especie con una Pachnoda sp., (el cetónido considerado más prolífico, sencillo y en consecuencia utilizado como alimento vivo) la Chlorocala no tiene nada que envidiarle, aunque quizás presente una mortalidad larvaria ligeramente mayor pero poco apreciable. Para mí, uno de los escarabajos indispensables en nuestro espacio de cría.

Para consultar disponibilidad, contacten conmigo. Gracias.

Grupo de cría Chlorocala africana oertzeni

Grupo de cría Chlorocala africana oertzeni

Grupo de cría Chlorocala africana oertzeni
Chlorocala africana oertzeni, fotografía cedida por Berto Leiras

Chlorocala africana oertzeni, fotografía cedida por Berto Leiras

Chlorocala africana oertzeni, fotografía cedida por Berto Leiras


sábado, 3 de septiembre de 2016

Sustratos

En una de las primeras entradas tenía que hablaros de los sustratos, pues llegan a ser más que una superficie por donde se desplazan nuestros escarabajos, es un medio en el que viven, como el agua para los peces. Así ya os podéis imaginar la importancia de que sea el correcto.

En primer lugar debemos saber que más importante que el tipo de materia prima y su procedencia lo es el estado de descomposición de la misma, grosor, textura, humedad... Es decir, da igual que nuestra madera u hojas sean del mejor roble o haya, pues si su tratamiento no ha sido el correcto, las larvas y adultos no les podrán dar una correcta utilización, como por ejemplo, las larvas no podrán digerir el sustrato e incorporar sus nutrientes o los adultos no verán un medio adecuado para ovipositar y criar. El blog irá orientado en gran medida a esclarecer estos asuntos de mayor importancia.
A continuación aquí van los sustratos básicos con sus correspondientes fotografías para que no haya confusión. Recomiendo que los reviséis también en "conceptos básicos", encontrareis información adicional.

- Humus de hoja caduca: el humus que mejor se adapta a la mayoría de las especies criadas en cautividad es el proveniente de roble y haya, pero podemos utilizar también el de otras especies caducas, a no ser que en alguna entrada del blog indique lo contrario para especies concretas. Aquí tenemos el ejemplo de humus de hoja de roble en la fotografía.

Humus de hoja caduca
A la izquierda lo tenéis tal cual es recogido del bosque, es importante que la hojas estén podridas. Como se aprecia ya tienen un color oscuro, no están enteras y se deshacen fácilmente. Se encuentra en las capas más profundas de las acumulaciones de hojas, ese será el verdadero humus.
A la derecha ya está triturado, mezclado y humedecido, listo para usar.




- Madera podrida blanca: la madera podrida que mejor se adapta a la mayoría de las especies es al igual que la anterior, la de roble y haya. En cualquier caso debe proceder también de árboles caducos. El que veremos en el ejemplo de la imagen es de chopo negro.

Madera podrida blanca

A la izquierda lo tenéis recién cogido del bosque, de un árbol caído en descomposición.
A la derecha esta triturado y listo para usar.











- Flake soil o "escama de suelo":  Siempre se utiliza de madera de roble o haya fermentada o de la mezcla de ambos. En esta entrada pretendía centrarme en este tipo de sustrato concretamente, pues no hay divulgación en castellano acerca de él. Esto nos hace imaginar la poca práctica de la afición en España, ya que aunque el flake soil no es esencial para poder criar la mayoría de las especies que se mantienen en cautividad, es el más utilizado en la cría avanzada por sus buenos resultados.
Vamos a ver como se fabrica. En primer lugar necesitamos un buen serrín de madera o haya libre de contaminantes y cortezas. En nuestro mercado es difícil encontrarlo, quizás lo podemos obtener de alguna empresa maderera, pero la forma más habitual de conseguirlo es prensado en forma de briquetas o pellets y cuyo fin real es su uso como combustible.
El objetivo es convertir ese serrín "crudo" en un sustrato digerible por las larvas y para ello se utiliza la fermentación aerobia, la cual romperá la lignina de las células vegetales.
El proceso de fermentación lo vamos a realizar en un tupper o cajón de plástico con una capacidad razonable. Una vez lleno de serrín crudo mezclaremos 250g de harina de trigo y 500g de azúcar por cada 50L de serrín crudo aproximadamente. Una vez mezclado todo concienzudamente iremos agregando agua hasta que lleguemos a la humedad de un sustrato promedio para la cría de escarabajos: cogemos un puñado de sustrato y apretamos con fuerza, no debe chorrear ni gotear agua, si lo hace, es que nos hemos pasado y debemos añadir más sustrato seco.
La harina inicia el proceso de fermentación y el azúcar lo que hace es acelerarlo, pues cuando las bacterias comienzan a utilizarla aumenta la temperatura del entorno y el proceso se dispara.
Para que este proceso no se detenga debemos de remover la mezcla periódicamente, podemos ir realizando adiciones de azúcar cada 2 o 3 semanas y veremos como la temperatura de la mezcla vuelve a aumentar.

Flake soil "escama de suelo"
Aquí se aprecia como el flake soil pasa por los distintos estados de fermentación. A la izquierda tenemos el serrín crudo, este pasará por marrón claro hasta marrón oscuro casi negro. Cuanto más oscuro, más fácil será para las larvas de algunas especies obtener los nutrientes de él (normalmente la oscuridad del FS está relacionado con la cantidad de bacterias beneficiosas y simbióticas que contiene) y por lo tanto, será más apto para las puestas de los adultos.
No obstante un flake soil muy degradado y carente de nutrientes también será negro, saber la fecha de elaboración es importante. Por lo tanto un proceso excesivamente lento no será efectivo, no será una fermentación real, sino una degradación.


El proceso completo de fermentación puede durar 3 meses, pero varía muchísimo dependiendo de la atención que le hayamos prestado, de la temperatura y la humedad ambiental. Por debajo de los 20ºC difícilmente habrá fermentación. Cuanto más fino sea el serrín, más rápida será la evolución.
Las proporciones de la mezcla y la frecuencia con la que se vuelve a añadir azúcar y harina varían considerablemente dependiendo de la fuente de información. Aún no es una ciencia exacta y tendremos que ir comprobando a "ojo" la evolución del sustrato.
Algunas fórmulas extraídas de la cultura japonesa incluyen aditivos como proteínas, aminoácidos como el ácido glutámico o la glutamina en pequeñas proporciones, levaduras y multitud de ingredientes "secretos" que supuestamente provocan un crecimiento masivo en los dynástidos de mayor talla. Aún hay poca información y poca experimentación, por lo que no puedo adelantar nada. Aquí os dejo el enlace de un experimento realizado por un gran y conocido criador alemán, Daniel Ambuehl, sobre los efectos del ácido glutámico en el crecimiento de los insectos.
Por último indicaros algunas precauciones. Personalmente recomendaría realizar muy tardíamente y en poca cantidad las adiciones de harina, estas provocan fuertes plagas de ácaros si nos pasamos. Sin embargo, el azúcar utilizándolo precavidamente da muy buenos resultados. El flake soil o escama de suelo no estará listo para usarse hasta que no obtenga ese color marrón oscuro, si está a mitad del proceso de fermentación las larvas no podrán alimentarse de él y morirán. Al igual que con el humus de hojas debemos esperar a que tenga una textura blanda y suave y el olor sea parecido al del humus del bosque.
Además debemos tener en cuenta que si reactivamos en algún momento el proceso de fermentación añadiendo azúcar o harina, el sustrato desprenderá calor y si lo utilizamos en un corto plazo de tiempo para alimentar a nuestras larvas estas morirán a causa de los gases desprendidos por la fermentación y la alta temperatura. Nunca debemos fiarnos, incluso comprobando que ya está frío, cuando lo removemos al utilizarlo la fermentación latente se reactiva. En definitiva, tenemos que estar seguros siempre que ha pasado un buen tiempo tras la última fermentación y el proceso se detuvo completamente.

Para ver disponibilidad de sustratos: contacto.