jueves, 1 de diciembre de 2016

Reportaje fotográfico: Mecynorrhina torquata ugandensis, nuevos adultos.

Vengo de nuevo con este precioso cetónido, sinceramente me resulta uno de los escarabajos más gratificantes de criar dado su variado y espectacular colorido, su tamaño más que aceptable (55- 80mm) y un ciclo larvario con una duración moderada que disfrutaremos al contemplar y realizar el seguimiento del rápido crecimiento de sus larvas. Creo que mi gusto no es una excepción, pues es una especie con gran cantidad de amantes y seguidores en Europa, vamos, se la rifan.

Machos de Mecynorrhina torquata ugandensis, diferentes patrones de color.


Mecynorrhina es uno de los géneros dónde encontramos a muchas de las especies de mayor talla de esta familia, obviando por supuesto a los enormes Goliathus.
Mecynorrhina torquata se compone de tres subespecies: M. torquata immaculicollis, M. torquata poggei y M. torquata ugandensis, esta última es la que vamos a tratar y en muchos foros europeos su nombre es simplificado con las siglas "MTU". 
Para mí, de las tres ssp. mencionadas es la de mayor belleza dada su variedad de fenotipos cromáticos (variedades de color). Desconozco si existe una variedad nominal, pero a juzgar por los ejemplares capturados en el medio natural y disecados en colecciones, se siguen observando gran cantidad de mutaciones en el color, siendo casi imposible de definir el color "salvaje".
Bien es cierto que el color azul parece ser menos común en la naturaleza, pero en cautividad mediante cruces selectivos, encontramos absolutamente todos los colores posibles incluyendo ejemplares totalmente azules o negros, exceptuando los ejemplares completamente blancos. Sin embargo, en algunas conversaciones con un colega alemán dedicado exclusivamente a la cría de "MTU", comentó que estaba logrando con estos cruces seleccionados ejemplares cada vez más blancos.
Este tipo de cruces tienen sus pros y contras, personalmente pienso que con cierta moderación es un tema muy interesante, de hecho es uno de los grandes atractivos de esta especie además de los mencionados anteriormente, pero llevar al extremo este "inbreeding" resulta antinatural, además de debilitar la cepa a consecuencia de la alta consanguinidad que se produce al realizar esta actividad. Para mí la riqueza de este hobby está en el intercambio continuo de ejemplares entre los aficionados, enriqueciendo a su vez la genética de nuestros animales, es decir, el cambio no debería ceñirse a una especie por otra diferente, si no entre la misma especie de forma periódica.
Por último quiero dejar claro que el taxón Mecynorrhina ugandensis es un sinónimo obsoleto de Mecynorrhina torquata ugandensis Moser, 1907.

Bueno, pues hace algo menos de un año, adquirí dos nuevas cepas de este cetónido, ninguno de los ejemplares salió con un tamaño excepcional, todos rondan los 60mm, un tamaño medio y completamente normal para un ciclo larvario de 8-12 meses y un peso máximo de entre 35-40g, es un tema que afinaré para la siguiente generación.
Hay dos claves fundamentales para la obtención de grandes adultos en esta especie: la alimentación con proteínas como aditivo y la temperatura; por ahora dejaré en el aire este tipo de cuestiones, no daré detalles hasta un próximo reportaje de cría de este escarabajo. Sí diré que estas cepas fueron criadas únicamente con "flake soil" de roble como sustrato y a una temperatura media de 24ºC, aunque algunos criadores afirman criarla únicamente a base de humus de hoja de roble o haya, o la mezcla de este humus con madera podrida de estos mismos árboles recogida del bosque. Cualquier otro tipo de madera y hojas no sería recomendable para criar esta especie algo más exigente que la mayoría de cetónidos, aunque seguramente no imposible.
También quiero aclarar un gran mito sobre la M. torquata ungadensis, pues siempre se ha leído que sus larvas presentan un fuerte componente caníbal. Como siempre ocurre, alguien lo escribe y este error pasa de boca a boca sin volverlo a poner a prueba. Es posible que el autor del error simplemente tuvo la mala experiencia de que sus larvas se fueron muriendo al tenerlas juntas, pero realmente murieron por otros factores y tendió a relacionarlo con lo que le pareció más razonable, en este caso el canibalismo. Gran error muy común, pues la mayoría de las veces lo que nos parece razonable no se ajusta a la realidad.
Con esto espero que el canibalismo en Mecynorrhina torquata ugandensis quede totalmente desmitificado, las larvas pueden mantenerse en grandes grupos, como siempre respetando el espacio para que estén a gusto y tengan suficiente alimento, unos 2 litros por larva.
Sin embargo esto no es aplicable a su pariente cercano Mecynorrhina polyphemus confluens, que sí es caníbal (acentuado en L3) o como poco luchará por el espacio con sus congéneres hasta la muerte en muchos casos.
Por último, aunque esto no sea un reportaje de cría, hablaré del punto más crítico durante el ciclo biológico de la Mecynorrhina, quizás pueda ayudar a alguien que se haya iniciado con esta especie y evitar el fracaso.
Se trata de la etapa de pupación después de la construcción del cocoon, la humedad debe bajarse drásticamente, esto requiere un secado progresivo del sustrato y en el caso de no conseguirlo, cogeremos directamente los cocoons (en esta especie los hacen sueltos en el interior del sustrato y no pegados a la pared del recipiente) y a continuación los depositaremos directamente sobre la superficie del sustrato que estará menos húmedo que el interior del mismo y además estarán más ventilados cerca de la tapadera.
En el caso contrario, si la humedad fuese alta habrá una probabilidad muy elevada de que la pupa se pudra en su cámara pupal. Es por ello que la Mecynorrhina torquata ugandensis es considerada una especie de dificulta media/alta, por lo que este paso hay que tenerlo claro.
Si nos vamos al otro extremo, donde el ambiente tuviese un porcentaje de humedad extremadamente pobre o nulo, cuando el adulto emerja y se intente liberar de la exuvia pupal puede quedar atrapado o pegado a ella produciendo graves malformaciones que lo llevarán a la muerte, por eso, llevar esta práctica al límite también es peligroso. Aun así insisto que el secado debe estar bien presente, dejando incluso la tapadera del recipiente entre abierta si es necesario más evaporación evitando la condensación del agua.

A continuación os dejo las fotografías de los individuos de ambas cepas. Modestia aparte, son todas preciosas.












































































¿Cúal es vuestra favorita?. Saludos!

4 comentarios:

  1. Buenos dias Fernando. Vaya pedazo de articulo q nos has colado.sigue asin q seguro q tienes mucha informacion q enseñarnos.Gracias. Felices Fiestas.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, me alegro que guste. Un saludo y felices fiestas.

    ResponderEliminar
  3. Enhorabuena Fernando por tu blog, y sobre todo darte las gracias porque al leerlo hace unos meses me animó a iniciarme en ellos, gracias por tanta información, llevo mucho tiempo con insectos pero los escarabajos me han maravillado, tengo actualmente una pareja de Mecynorrhina polyphemus y claro al ver los torquata ugadensis me parecen maravillosos, he pensado en conseguir unas larvas he intentarlo.
    Saludos
    Ángel Luis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ángel Luis, gracias a tí por tu comentario. Espero que sigas con fuerza y dentro de poco tener noticias de esas Mecynorrhinas. Saludos

      Eliminar