lunes, 7 de enero de 2019

Lucanus judaicus, cría e hibernación en cautividad de un escarabajo paleártico.


El nombre reflejado en el título de este representante de la familia Lucanidae, según la taxonomía actual no es correcto, realmente sería Lucanus cervus judaicus (originat de Turquía), pero dado que el autóctono Lucanus cervus cervus es una especie protegida en nuestro país, no quería dar lugar a confusión y malas interpretaciones a primera vista.

Imago de Lucanus cervus.
Aprovechando que estamos hablando del nivel de protección de la subespecie nominal, creo que aún no queda registrada en el "Libro rojo de los invertebrados de España" y sólo está recogida como de "interés especial" entre las especies amenazadas. 
En mi opinión personal, si la comparamos con otras especies, realmente su situación actual no es aún crítica, simplemente es igual de peligrosa que para el resto de los insectos a nivel global, cuya existencia se ve amenazada por la fragmentación y pérdida de hábitat sumado al uso de químicos contaminantes.
Argumento la situación aventajada del L. cervus cervus; en primer lugar tiene una vasta distribución europea: España, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Suiza, Reino Unido, Alemania, Austria.... a falta de enumerar muchos países de Europa del este. Resumidamente, ocupa la mitad de Europa por así decirlo y en consecuencia su vulnerabilidad es muy inferior a la mayoría de las especies cuya distribución suele estar muy limitada o incluso endémicas de un lugar concreto. Además la cosa no queda aquí, su amplia distribución no es una casualidad, se trata de un escarabajo alado con una buena capacidad de dispersión y gran adaptabilidad a la disponibilidad de alimento, pues más que xilófago es saproxilófago, además de ser extremadamente polífago, se hospeda en numerosas frondosas y es citado por algunos autores incluso en coníferas, aunque pendiente de revisión.
No cabe pensar otra cosa que su nivel de protección venga dado por la belleza del insecto, tan característico y emblemático, es el gigante europeo de los escarabajos, ya conocido por los antiguos griegos en épocas pre cristianas como "Xulophagos bous" (Buey come madera), siendo usado antaño como amuleto.

Después de esta introducción enumeraré solamente tres subespecies de sus seis representantes, las cuales considero más conocidas en el hobby por su llamativo porte: la nominal, el L. cervus cervus; L. cervus akbesianus (originario de Siria y Turquía) y L. cervus judaicus (Originario de Turquía). Esta última es sobre la que vamos a tratar en el post, pero teniendo poca relevancia ya que el proceso de cría e hibernación que explicaré es el mismo para todas ellas y casi con seguridad, para muchos de los Lucanus sp. del mundo, debido a que la mayoría de las especies de este género proceden de climas con estaciones frías. No obstante, en latitudes más cálidas también existen, pues hay ciertas especies que sobrevivieron y quedaron aisladas en alta montaña, donde las imprescindibles temperaturas bajas les siguen acompañando.
Pareja adulta de Lucanus cervus.


Tal y como he empezado algún post anterior sobre la cría de escarabajos, hablaré un poco sobre el "modus vivendi" en la naturaleza de este insecto, fundamental para entender la cría en cautividad. Tengo el ejemplo perfecto para mostrar, recientemente un colega turco me prestó estas maravillosas fotografías, donde se muestra la captura de unas larvas de Lucanus cervus akbesianus en plena naturaleza (Turquía).
Captura de larvas L3 de L. cervus akbesianus (Turquía) 
Captura de larvas L3 de L. cervus akbesianus (Turquía) 





















En las imágenes podemos apreciar como estas larvas en su último estadío larvario presentan una alimentación totalmente saproxilófaga a expensas de un viejo roble, pues se encuentran a la profundidad de un cepellón ya muy degradado, donde la madera podrida se mezcla con el humus y el suelo del bosque dando lugar a una mezcla variada de materia vegetal en avanzado estado de descomposición, rica en bacterias beneficiosas. Más adelante, cuando les llegue la hora de pupar, en muchas ocasiones serán capaces incluso de abandonar totalmente la madera adentrándose en la tierra "inerte" del bosque para construir su cámara pupal.
Según algunos autores cuando las larvas alcanzan cierto tamaño y madurez, bajan a las raíces muertas de los robles donde los taninos están más concentrados, dando lugar a espectaculares ejemplares "major".
Estos hábitos saproxilófagos tan marcados son muy similares a los del género Odontolabis, del que he visto imágenes de sus larvas en la naturaleza escondidas bajo troncos en contacto con el suelo, pero bastante diferentes o incluso opuestos a los Dorcus, que son muy xilófagos y difícilmente abandonarían el interior de la madera. Por último, para poner un ejemplo de un termino intermedio de sapro-xilofagia quizás estarían los Prosopocoilus, pero es una apreciación meramente personal.

Entendido esto, me gustaría ampliar algo más la explicación con este gráfico, continuando con los ejemplos de los géneros Lucanus y Dorcus, bastante alejados entre sí en cuanto a alimentación larvaria se refiere:

Gráfico sobre las estrategias alimenticias de las larvas del género Lucanus y Dorcus.

Las diferentes estrategias de alimentación según el grado de descomposición de la materia vegetal esta probablemente estrechamente relacionada con las diversas adaptaciones del tubo digestivo de las larvas, junto a la relación simbiótica de la flora bateriana anaerobia que se aloja en él, la cual hace posible la digestión de la celulosa, degradando la lignina que la protege o convirtiéndola directamente en monómeros de glucosa. Por estos temas de especialización un Lucanus u Odontolabis sería capaz de crecer perfectamente en una madera degradada varios años después a la colonización de los hongos, pero no en una madera cuya colonización es temprana. Extrapolándolo a la cría en cautiverio tal como hace el gráfico, vemos que no toleran bien el "kinshi", mientras que una larva de Dorcus crecerá en él en todo su esplendor. Acordémonos también del mencionado Prosopocoilus, que lo situé en un termino medio, es sabido que algunas especies crecen bien tanto en el micelio como en "flake soil".
Hago saber que el gráfico es solo orientativo y que la mezclas de varios de sus elementos o la utilización de otros diferentes podría ser mejor alimento para las larvas.

Dejo una última muestra fotográfica para dar por cerrado el tema de la alimentación larvaria: abajo podemos ver dos imágenes, ambas son de la primera recogida de larvas tras dejar a las hembras un tiempo en el cajón de cría. A la izquierda se muestran unas larvas de Lucanus cervus encontradas en un "flake soil" maduro, a la derecha de Dorcus alcides encontradas en el interior de un tronco podrido que fue colonizado por micelio (madera blanca podrida). Esto significa que rara vez un Lucanus ovipositará dentro de un tronco y que rara vez un Dorcus lo hará en un sustrato degradado de color oscuro. La naturaleza es sabia y la madre sabe cual es el alimento adecuado para su prole, por tanto este "experimento" habla por si solo y confirma lo explicado.

Busqueda de larvas de L.cervus
 en FS maduro.
 
Búsqueda de larvas de
  D. alcides en el interior de un tronco podrido.

El punto fuerte de esta entrada quizás sea la hibernación o diapausa, imprescindible para cerrar el ciclo de esta especie y pasar de "mantener" un animal como dice mucha gente, a criarlo verdaderamente, el objetivo principal del blog.
Cuando encontré por la web unas larvas de Lucanus cervus judaicus a la venta no dudé en comprarlas, todo empezó como un reto, ya había leído antes sobre la hibernación de este género y era hora de poner los conocimientos a prueba. Lo primero que hice fue comprar una vinoteca, el espacio de cría que me serviría para mantener las larvas a una temperatura adecuada.
Vinoteca programada a 17Cº.
Debemos de saber que las larvas de Lucanus deben desarrollarse a una temperatura por debajo de los 20 grados de forma ininterrumpida, y esto no tiene que ver con la diapausa, es un parámetro que se da en su hábitat natural y hay que respetar. Temperaturas por encima de la marcada pueden llegar a matarlas y en el caso de no llegar a hacerlo, si la subida de temperatura se produjera durante el tercer estadío de unas larvas con cierta madurez, las obligarían a pupar prematuramente, dando lugar a pequeños ejemplares.
Aún no estoy seguro de cual es la temperatura óptima para el crecimiento larvario, pero entre 16 y 18 grados funciona bien y 5 Cº no las matarán, pero detendrá prácticamente su metabolismo.
En cuanto a la verdadera hibernación, en la naturaleza los adultos emergen de las pupas a finales de verano o principios de otoño y permanecerán inactivos pasando el frío invierno hasta la siguiente primavera/ verano, cuando por fin se activarán saliendo al exterior para reproducirse y cerrar su ciclo. Esta diapausa de unos 5 meses es totalmente obligada en cautividad, si no fuera así, los adultos no madurarán sexualmente y morirán de forma precoz sin posibilidad de dejar descendencia. Una temperatura de maduración adecuada según mi criterio es de 6 a 10 grados y completado el plazo se moverán los adultos a una temperatura normal de cría para provocar su activación y reproducción.
Pupas macho de Lucanus cervus.
En mi caso, con la mencionada vinoteca, no pude conseguir una temperatura inferior a 16 grados durante esta delicada etapa, aparte de que el rendimiento de estas cámaras es bastante limitada comparándola con un frigorífico por ejemplo, la mía debía estar dañada. 16-17Cº  resulta una temperatura ridícula comparada con los fríos inviernos de la alta montaña, donde los  escarabajos sobreviven a las heladas gracias al grueso aislante de la madera y el suelo.

           
Adultos macho inactivos de Lucanus cervus.
Pues bien, a esta temperatura moderadamente "fría" (en comparación con los cerca de 40Cº a
los que se podría poner mi casa en verano), los recién emergidos adultos pasaron unos 5-6 meses inactivos, "despertando" ellos solos al cabo de este tiempo sin yo sacarlos a una temperatura más elevada, mi sospecha es que esta no era lo suficientemente baja como para seguir la teoría de "la activación provocada".


Una vez que observé a una pareja moviéndose dentro de la vinoteca la saqué a los 23-24Cº de la habitación de cría, preparándoles un cajón que reproducía el suelo de un bosque Europeo en un contexto de un roble caído en putrefacción muy avanzada. El comportamiento de los adultos desde su activación fue totalmente normal, comenzaron a alimentarse y el macho empezó a mostrar interés por la hembra; todo apuntaba a que su maduración podría haber sido correcta.
A continuación muestro como hice el "set up" de la caja de cría:

FS maduro con tronco podrido.

Hojas podridas/ secas de roble
y corteza.
Traslado de la pareja adulta de L. cervus
y adición de humedad extra al cajon de cría. 
El cajón de unos 16 litros fue llenado (a falta de 4 cm aéreos) con FS muy maduro, compactando más los primeros centímetros en el fondo, y en el interior de este, tal y como hago con otros Lucanidae, coloqué un tronco de "madera blanca podrida" para proporcionar un incentivo extra a la hembra para ovipositar. Ya cubierta la pieza de madera le puse una capa de hojarasca de roble, no muy degradada que proporcionaba un característico y fuerte olor a humus de robledal, también coloqué una corteza hueca para el escondite y apoyo de los adultos y por último, pulvericé con agua a conciencia para humedecer todo el terrario. Según algunos autores, los Lucanus cervus ssp. necesitan una alta humedad y oscuridad para sentirse a gusto y reproducirse.
Primer huevo y larvas de Lucanus cervus

Al més escaso vi el primer huevo a través de la base del recipiente y pasados unos pocos días estaba todo lleno de pequeñas larvas. Así fue como después de muchas dudas, parecía que la diapausa había sido un éxito, con una fertilidad a mi entender óptima, obteniendo casi 90 larvas de una sola hembra.


Búsqueda de larvas L1 de Lucanus cervus.

Eclosión de larva L1 de Lucanus cervus.






Larvas L1 de Lucanus cervus trasladadas
a recipientes individuales.


  
Recogida de larvas L1 de Lucanus cervus.




Respecto al tiempo de duración larvaria hay cierta discrepancia, según distintos autores puede durar de 1 a 7 años en la naturaleza, probablemente todos acertados debido a que variará enormemente según la localización de la larva (p. ej. altura sobre el nivel del mar) y sus condiciones ambientales. En cautividad la etapa larvaria es bastante más corta, ya que no pasan por los inviernos tan duros que resisten en la naturaleza, donde las larvas reducen el metabolismo drásticamente durante largos periodos fríos en los que no se alimentarán ni crecerán.
Las mías concretamente permanecieron en larva durante 12-20 meses, pero en grandes individuos puede extenderse posiblemente casi a los 3 años. Ciertamente podemos encontrar una apreciable disparidad en la emergencia de los adultos, la cual se podría solventar alargando o reduciendo artificialmente la diapausa para hacer coincidir los machos y hembras seleccionados (jugando con la temperatura para alargar la inactividad o provocar la actividad).

Para finalizar tengo la costumbre de resaltar algunas características de interés y es que es curioso que de entre todos los Lucanidae que crío, esta especie ha sido la única que en algunas ocasiones han realizado sus cámaras pupales en el centro del recipiente, es decir, en el interior del sustrato sin pegarlas a ninguna pared, no siendo visibles. Sus celdas tienen una forma bien definida y ovalada, muy consistentes recordando a una cámara de Dynastinae o incluso a un cocoon de un gran Cetoniinae, siendo en cambio en otros lucánidos mucho más irregulares (especies más xilófagas). Sin casi darnos cuenta estamos hablando una vez más de otro indicador de su alimentación, es un tema de adaptación a una dieta puramente saproxilófaga, donde la cámara pupal deberá ser realizada en un entorno degradado y disgregado, sin poder encontrar un sitio sólido donde apoyarla y mucho menos de hacerla dentro de un firme túnel horadado en la madera podrida.

Cámara pupal de Lucanus cervus, abierta y cerrada.


Al igual que en la pupación, el procedimiento de oviposición de la hembra me recuerda más un Dynastinae que a un Lucanidae propiamente dicho, tanto por el tipo de sustrato elegido y la forma de empaquetar sus huevos en él, como la manera de distribuirlos de forma poco selectiva y aleatoria.
No es de extrañar que con estas características fuera taxonómicamente englobado a grosso modo dentro del género Scarabaeus (Scarabaeus cervus) en el siglo XVIII, junto con muchas especies de dynástidos y melolóntidos, y es por lo que el Lucanus cervus ssp. me parece un Lucanidae poco especializado o evolucionado en cuanto a su biología, que a su vez es la clave de su éxito como ya comenté al principio del post acerca de su estado de conservación.

Hablando de la obsoleta taxonomía de los Scarabaeus no puedo evitar nombrar el gracioso caso del Scarabaeus tridentatus, un falso holotipo presentado a la comunidad científica que resultó ser una estafa, se trataba de una "especie" artificial formado por la cabeza de un Lucanus cervus pegada al cuerpo de un Prionus coriarius (familia Cerambycidae).

Si pudiese encontrar un característica "negativa" en el género Lucanus sería la corta longevidad de los adultos una vez activos, que a una temperatura constante por encima de los 20 grados vivirán en torno a 1-3 meses. En mi caso fueron escasos 2 meses, pero para mi no supone ningún problema ya que esta afición se basa en la cría de una especie (y no en el mantenimiento), que es la búsqueda de perpetuar indefinidamente en el tiempo una cepa o linea propia y durante ese recorrido descubrir la perfección de la técnica. Esto es algo que los criadores más experimentados saben bien y han llevado al extremo, dándoles a sus lineas un pedigrí propio con un especial valor y reconocimiento para el resto de aficionados.



Lucanus cervus akbesiuanus WD (Turquía)





9 comentarios:

  1. David Garcia lopez8 de enero de 2019, 3:43

    Enhorabuena Fernando, primero por la cría de esta difícil especie y por el magnifico post lleno de valiosa información. Saludos

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  2. Gracias por comentar David, espero que sea así y esta información sea de ayuda para dar a conocer a los Lucanus. No es dificil, pero aun desconocidos.

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  3. Aparte de felicitarte por tu nuevo post, te agradezco que compartas tu experiencia con todos,eres un luchador nato y un incansable amante de este mundo por descubrir, tu nos lo pones mas facil.

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  4. solo una duda, ¿es bueno o recomendable poner las pupas en coocons artificiales? O es solo para su seguimiento .

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    1. Gracias Marcos, se que aparte de un seguidor ya eres un gran amigo, siempre se agradecen tus amables palabras.
      Pasé las pupas a cámaras artificiales porque la vinoteca lleva un ventilador que reseca continuamente el sustrato. En la espuma floral las tenía mucho más controladas.

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    2. Ah, ok. Gracias por la aclaravion..un placer contar con tu amistad.

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  6. Maravillosa publicación. Súper interesante y bien explicada, se ve reflejada la gran pasión y el amor que transmites a través de esta afición. Muchas gracias por compartir.

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    1. Gracias Luis! Que bien que te transmita eso, me alegro.

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